¿Antojo de enchiladas suizas pero sin tiempo para cocinarlas desde cero? La clave está en tener lista la salsa, con un toque cremoso y sabroso que hará de este platillo todo un éxito. Te revelamos cómo sazonar 1 litro de salsa verde para enchiladas suizas: lleva un ingrediente secreto que tienes en casa.
Lo ideal es preparar una buena cantidad con anticipación y guardarla en el refrigerador o congelador. Así, cuando llegue el antojo, solo tendrás que calentarla y montar tus enchiladas en minutos.
Consejos para hacer la mejor salsa para enchiladas suizas
- Busca tomatillos o tomates verdes firmes, de color verde brillante, con la cáscara seca y sin manchas. La frescura es clave para un sabor vibrante.
- No los cocines de más. Hierve los tomates o tomatillos hasta que cambien a un color verde opaco y estén suaves, pero evita que se rompan. Cocinar de más puede hacer que la salsa se vuelva gris y pierda acidez.
- Los chiles serranos son los más comunes para la salsa verde por su buen nivel de picante y sabor fresco. Puedes ajustar la cantidad según tu tolerancia.
- Si prefieres un picante más suave o una salsa menos intensa, los jalapeños son una excelente opción. Puedes asarlos para darles un sabor ahumado antes de licuarlos.
- Para una salsa con un toque más terroso y menos picante, puedes asar chiles poblanos, pelarlos y agregarlos. Le darán una cremosidad extra y un sabor distinto.
- Tostar las semillas de cilantro en un sartén seco a fuego medio-bajo libera sus aceites esenciales, intensificando su sabor. Desarrollan un aroma cítrico y terroso que no obtendrías si las usaras crudas.
- Muélelas justo antes de añadirlas a la salsa para asegurar la máxima frescura de su sabor. Un mortero o molinillo de especias funciona perfecto. Este ingrediente aporta una complejidad sutil que eleva la salsa de "rica" a "espectacular".
- Una vez que tengas tu salsa licuada, no la uses directamente. Sofríela en un poco de aceite en una olla a fuego medio durante al menos 8-10 minutos. Este proceso permite que los sabores se profundicen y se integren, eliminando el "sabor a crudo" del tomatillo o tomates y el chile. La salsa se oscurecerá ligeramente y se volverá más concentrada.
- Asegúrate de que la salsa esté a fuego bajo o retirada del fuego antes de incorporar la crema. Los cambios bruscos de temperatura pueden hacer que la crema se corte.
- Si tu salsa queda muy líquida, puedes dejarla hervir un poco más a fuego bajo para que se reduzca. Si necesitas espesarla rápidamente, puedes disolver una cucharadita de fécula de maíz (maicena) en un poco de agua fría y añadirla a la salsa caliente mientras revuelves. Cocina por un par de minutos hasta que espese. Otra opción natural para espesar es licuar un trozo pequeño de calabacita cocida junto con los tomatillos y chiles.
- Usa caldo de pollo (o de verduras) en lugar de solo agua para licuar los ingredientes y para ajustar la consistencia. Esto le dará un sabor más profundo a tu salsa.
- Prueba la salsa y ajusta la sal y la pimienta negra molida al gusto. Un buen sazonado es fundamental.


- Coloca los tomatillos o tomates verdesen una olla grande junto con los chiles serranos, el trozo de cebolla y los dientes de ajo. Cubre con agua y lleva a ebullición a fuego medio-alto. Deja que hiervan suavemente por unos 10-12 minutos, o hasta que los tomatillos cambien de color a un verde opaco y estén suaves, pero sin que se revienten. Retira del fuego y escurre el agua, reservando un poco del líquido de cocción por si lo necesitas más tarde para la salsa.
- Transfiere los tomatillos verdes cocidos, los chiles, la cebolla y el ajo a la licuadora. Agrega 1 taza de caldo de pollo y licúa a alta velocidad hasta obtener una salsa perfectamente lisa y homogénea. Si queda muy espesa, puedes añadir un poco del líquido de cocción reservado.
- Calienta un sartén pequeño a fuego medio-bajo sin aceite. Agrega la cucharada de semillas de cilantro y tuéstalas suavemente, moviéndolas constantemente, durante 2-3 minutos. Sabrás que están listas cuando desprendan un aroma intenso, y se pongan ligeramente más oscuras. Retíralas del fuego y muélelas en un mortero o molinillo de especias hasta obtener un polvo grueso.
- Calienta en olla mediana un chorrito de aceite vegetal a fuego medio. Una vez caliente, vierte la salsa verde licuada con cuidado (puede salpicar). Cocina la salsa a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, durante unos 8-10 minutos. Es importante que la salsa hierva a flama baja para que los sabores se concentren y se cocine bien el chile.
- Reduce el fuego a bajo e incorpora las semillas de cilantro molidas a la salsa. Mezcla bien. Luego, añade la crema ácida o media crema, el queso crema y el 1/4 taza de caldo de pollo extra. Revuelve suavemente hasta que la crema se integre por completo y la salsa tenga una consistencia homogénea. Es crucial que no dejes que la salsa hierva a borbotones una vez que hayas añadido la crema, ya que esto podría hacer que se corte.
- Prueba la salsa y ajusta la sal y la pimienta negra recién molida según tu preferencia. Si la sientes demasiado espesa para tu gusto, puedes añadir un poco más de caldo o agua hasta obtener la consistencia deseada.
- Tu salsa verde cremosa y con ese toque secreto de semillas de cilantro, está lista para ser la estrella de tus enchiladas.
- Simplemente rellena tus tortillas con pollo deshebrado, báñalas generosamente con esta exquisita salsa, cubre con queso gratinado (como Chihuahua, Monterrey Jack o Mozzarella) y hornea hasta que el queso se derrita y burbujee.
- Disfruta de unas enchiladas suizas espectaculares, dignas de cualquier chef o restaurante de estrellas Michelin.


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